martes, mayo 15, 2012

El Globo

Pareciese que la llama intenta escapar de la vela que descansa sobre una mesa cuya pintura está un tanto resquebrajada. En la ventana hay un gato que asoma su mirada, encogido producto del frío. Su mirada se ilumina, estamos a minutos de cumplir cinco años de relación, y ahí estamos los dos, amándonos con la misma intensidad. Nuestra relación ha logrado mantenerse contra todos los pronóstico. Ambos sabemos estamos destinados a estar juntos toda una vida, y eso nos hace felices. Sus blancas manos se posan sobre la tasa de cerámica y el aroma de la infusión que ésta contiene se cuela por mis fosas nasales.
Salimos del lugar y nos dirigimos hacia el auto. Una vez dentro me pongo mi cinturón de seguridad, miro la hora y veo que aún faltan algunos minutos. Ella pone en marcha el motor, encontramos que el camino está cerrado por reparaciones por lo se estaciona cerca, miro la hora una vez más y veo que ahora sólo quedan segundos que pasan a ritmo trepidante. Le digo "Feliz Aniversario" y sellamos ese momento con un tierno beso. Posteriormente bajamos del vehículo y del maletero saca una bolsa misteriosa. Nos dirigimos hacia el paseo Concepción y me revela el contenido misterioso. Eran globos de papel, de distintos colores. Observa que hay muchos cables eléctricos por lo que nos vamos al paseo Atkinson, pero el lugar no era el apropiado tampoco.
Volvemos al auto y esta vez nos detenemos en un pequeño mirador en la Avenida Altamirano. Éste sí parecía el lugar correcto. Estamos nosotros, otros dos autos y el sonido de las olas. Sacamos un globo rojo, ella lo extiende y coloca la pieza que hará la combustión. Yo torpemente prendo el fósforo, mientras ella sostiene el globo. No logró que el globo prenda, por lo que cambiamos de roles. Ella que es más hábil, lo consigue, el globo se empieza lentamente a llenar de aire. Una vez lleno, lo dejamos elevarse, pareciese que se va a estrellar contra un letrero, pero se desvía e inicia su camino al cielo. 
Nuestros sueños e ilusiones ascienden en esta noche otoñal, es un momento mágico, único e irrepetible. Nos emocionamos, hemos renovado una vez más nuestro compromiso con nuestra causa. Esa causa por la que hemos luchado y que nos a hecho enfrentarnos incluso contra nosotros mismos, pero ahí estamos, llenos de anhelos, llenos de esperanza, llenos de amor.
Seguimos con la mirada la ascensión del globo, ya esta lejos, se convierte en una estrella más...



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