Siento el peso de tu ausencia en esta habitación. Aunque ponga mil lámparas nunca brillarán tanto como tú cuando la luz de la luna acaricia tu cuerpo. Te deseo. Añoro ese momento.
En las mañana miro el mar, como lo hemos hecho innumerables veces estando juntos. Me pongo a pensar en ese atardecer, nuestra primera cita. También recuerdo cuando vimos el océano Atlántico en Coney Island. En esta soledad todos mis pensamientos me conducen a ti.
Quiero que el tiempo se acelere y tenerte pronto a mi lado.
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